Mostrando entradas con la etiqueta deslocalizaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta deslocalizaciones. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de marzo de 2012

SOBRE "RECUPERACIÓN" DE LA ECONOMÍA NORTEAMERICANA


   He oído alguna voces que celebran la recuperación de la locomotora norteamericana.  ¿Se invierte la tendencia catastrófica? Sí, me dicen, frotándose las manos, pues se están creado doscientos mil puestos de trabajo por mes, lo que no es poca cosa en los tiempos que corren. Pero yo sólo veo en trance de cumplimiento la ley de la jungla, el retorno a lo más sórdido del siglo XIX.
     Hace dos años, reflexionando sobre el hecho de que la Mercedes Benz hubiese optado  por montar una fábrica en Estados Unidos, escribía yo lo siguiente: “Como es sabido, el Tercer Mundo está creciendo dentro de las sociedades antes llamadas “opulentas”, donde, desde hace tiempo, las buenas gentes penan por el “privilegio de ser explotadas”, como ya denunció Himkelamert. La crisis en  curso no ha hecho sino agravar el fenómeno, que más pronto o más tarde pondrá en entredicho la legitimidad de todo el sistema político en el que algunos viven todavía muy confortablemente. Paul Krugman  ha dejado caer que en España, no siendo posible devaluar la moneda como antaño, no nos va a quedar más remedio que devaluar el trabajo, lo que,  desgraciadamente, añado yo, implica una devaluación de las personas que necesitan trabajar para comer. ¿Hasta qué punto hay que llegar? Eso no lo dijo, pero está bastante claro: Los trabajadores españoles deberíamos depreciarnos hasta equipararnos a los trabajadores chinos… Si tal cosa se impusiese en plan ricardiano, los señores inversores, raza estupenda, volverían a entusiasmarse con nosotros, tan mansos, tan puntuales, tan buenecitos, tan tirados. El mundo va lanzado por ese infame camino. Tomemos nota:  Mercedes Benz ha optado por traspasar parte de su producción a Estados Unidos, donde el crecimiento del Tercer Mundo ha creado inmensas bolsas de trabajadores a precio de saldo… La lógica de este sistema oligarco-coroporato-cleptocrático no perdona ni siquiera a los ciudadanos de la potencia hegemónica, un serio aviso para caminantes.”
    La cosa se las trae. Porque ya no estamos hablando sólo de la Mercedes. Los mismos pasos han seguido, acabo de enterarme, Toyota, Volkswagen y Electrolux… ¿Y por qué parte de Estados Unidos se sienten atraídas estas compañías? Naturalmente, por el Sur, por la vieja  tierra de los esclavistas de los algodonales. Y es que por ahí no hay sindicatos y los salarios son un 40% inferiores a los del Norte y del Medio Oeste. 
    Y hacia el Sur van los que no tienen trabajo. Queda claro para qué sirve tener cuarenta y siete millones de pobres, 14 millones de personas de pensionistas en la red de alcantarillado, no se cuántos desahuciados o residentes el improvisados poblados de tiendas de campaña. Prefiero abstenerme de hacer comentarios.